David Sentinella en su primera Dimensión Perdida de la nueva temporada nos habla sobre la relación entre el Nazismo y los Videntes.
La noche del 24 febrero de 1933, en una reunión privada en el "Palacio del Ocultismo", entre altos personajes de Berlín y varios dirigentes del partido nacionalsocialista, Hanussen cayó en trance y con voz quebrada, vaticinó: "La multitud..., una gran multitud en las calles... Todo un pueblo aclamando los desfiles de nuestros SS... Es de noche, desgarrada de fuego... Veo los reverberos iluminados, las luces de la alegría, la cruz en su vorágine de fuego... Es la llama de la liberación alemana, el fuego sobre las viejas servidumbres, el fuego que canta la gran victoria del partido... Ahora alcanza una gran casa... ¡Un palacio! Las llamas salen por las ventanas..., se extienden... Una cúpula pronto, va a derrumbarse... ¡Es la cúpula del Reichstag que flamea en la noche!".
La predicción resultó ser mas que acertada. El incendio del Reichstag (edificio que albergaba el parlamento alemán) se produjo en realidad tres días después, y por supuesto Hanussen entró en la lista de sospechosos siendo investigado en profundidad. Pronto quedó claro que no tenía nada que ver con el incendio, el cual fue supuestamente provocado en solitario por el joven comunista Marinus van der Lubbe.
Hoy en día está claro, que pocas personas influyeron tanto en la vida de Adolf Hitler como el misterioso Erik Jan Hanussen, a quien durante muchos años se consideró el mejor vidente de Berlín. Predijo fechas exactas de acontecimientos tan importantes como el acceso a la cancillería de Hitler, la matanza de Röehm y los suyos, durante la famosa y sanguinaria "Noche de los cuchillos largos", el incendio del Reichstag, la conquista de la presidencia...
El papel que jugo en el destino personal de Hitler, y de la Alemania nazi sigue siendo un oscuro misterio. ¿De dónde provenían sus facultades?
En realidad, este polémico sensitivo se llamaba Hermann Steinchneider y era hijo de un comerciante judío de Bohemia. Su ocupación, tras la derrota de 1918, consistía en identificar tumbas de soldados alemanes, desenterrar sus restos y, mediante una gratificación, remitirlos a sus familias. El mago se jactaba de que este oficio, era el que le había dado todo su poder oculto y su vigor sexual, que le permitía, estando en la cúspide, satisfacer a tres esposas y treinta amantes. Pero Hanussen, no era el único “mago” al servicio del oscuro régimen hitleriano.
Desde el comienzo de la guerra en 1939, un país tras otro fue cayendo ante los nazis. Sin embargo, las cosas cambiaron al llegar el invierno de 1942. En esas fechas las heladas estepas rusas comenzaron a infligir en los nazis derrota tras derrota, algo que hasta entonces creían imposible. A medida que los esfuerzos nazis se hacían mas desesperados, recurrieron al uso de las ciencias ocultas en investigaciones y ceremonias, incluso para la toma de decisiones militares.
Algunos miembros del comando naval alemán estaban convencidos, de que los aliados se servían de fuerzas místicas para vencer a Alemania. Creían que el éxito de los británicos, en localizar y destruir a los submarinos alemanes, se debía al uso de las ciencias ocultas, y que la mejor manera de combatirlo, era usando el ocultismo como arma.
Esto llevo a Himmler, jefe de las SS, a establecer un instituto secreto dedicado a la antigua practica de adivinación por el péndulo. En el llamado "instituto péndulo" dependiente de la Ahnenerbe, se colocaban mapas del Atlántico Norte y sobre ellos, los videntes hacían oscilar un objeto suspendido por una cuerda, intentando localizar la posición de los convoyes aliados.
Las misiones de los submarinos eran preparadas desacuerdo con los resultados. En una carta emitida por Himmler personalmente al Führer el 12 de enero de 1943, refiere que "las investigaciones radiestésicas y los entrenamientos afines, habían logrado grandes progresos durante el año". Al cargo del departamento se encontraba Karl María Wiligut, uno de los magos más auténticos de que disponía Himmler.
El ocaso de Wiligut llegaría en 1939, al inicio del conflicto armado. En ese momento el mago alemán era general de brigada, pero sus enemigos sacaron a la luz su historial psiquiátrico por lo que debió retirarse discretamente. Aun así las SS le pasaron una generosa pensión, y continuaron usando sus mas que dudosos "conocimientos", hasta el final de la guerra.
El mago negro de las SS murió finalmente el 3 de enero de 1946, tan solo medio año después de acabada la contienda mundial. En el epitafio de su lapida, situada en Arolsen, puede leerse aún sobre la piedra enmohecida: "Nuestra Vida pasó hacia allí como un Rumor". Enigmáticas palabras dejadas, como último misterio a descifrar, por el mas desconocido mago secreto del Tercer Reich.
La predicción resultó ser mas que acertada. El incendio del Reichstag (edificio que albergaba el parlamento alemán) se produjo en realidad tres días después, y por supuesto Hanussen entró en la lista de sospechosos siendo investigado en profundidad. Pronto quedó claro que no tenía nada que ver con el incendio, el cual fue supuestamente provocado en solitario por el joven comunista Marinus van der Lubbe.
Hoy en día está claro, que pocas personas influyeron tanto en la vida de Adolf Hitler como el misterioso Erik Jan Hanussen, a quien durante muchos años se consideró el mejor vidente de Berlín. Predijo fechas exactas de acontecimientos tan importantes como el acceso a la cancillería de Hitler, la matanza de Röehm y los suyos, durante la famosa y sanguinaria "Noche de los cuchillos largos", el incendio del Reichstag, la conquista de la presidencia...
El papel que jugo en el destino personal de Hitler, y de la Alemania nazi sigue siendo un oscuro misterio. ¿De dónde provenían sus facultades?
En realidad, este polémico sensitivo se llamaba Hermann Steinchneider y era hijo de un comerciante judío de Bohemia. Su ocupación, tras la derrota de 1918, consistía en identificar tumbas de soldados alemanes, desenterrar sus restos y, mediante una gratificación, remitirlos a sus familias. El mago se jactaba de que este oficio, era el que le había dado todo su poder oculto y su vigor sexual, que le permitía, estando en la cúspide, satisfacer a tres esposas y treinta amantes. Pero Hanussen, no era el único “mago” al servicio del oscuro régimen hitleriano.
Desde el comienzo de la guerra en 1939, un país tras otro fue cayendo ante los nazis. Sin embargo, las cosas cambiaron al llegar el invierno de 1942. En esas fechas las heladas estepas rusas comenzaron a infligir en los nazis derrota tras derrota, algo que hasta entonces creían imposible. A medida que los esfuerzos nazis se hacían mas desesperados, recurrieron al uso de las ciencias ocultas en investigaciones y ceremonias, incluso para la toma de decisiones militares.
Algunos miembros del comando naval alemán estaban convencidos, de que los aliados se servían de fuerzas místicas para vencer a Alemania. Creían que el éxito de los británicos, en localizar y destruir a los submarinos alemanes, se debía al uso de las ciencias ocultas, y que la mejor manera de combatirlo, era usando el ocultismo como arma.
Esto llevo a Himmler, jefe de las SS, a establecer un instituto secreto dedicado a la antigua practica de adivinación por el péndulo. En el llamado "instituto péndulo" dependiente de la Ahnenerbe, se colocaban mapas del Atlántico Norte y sobre ellos, los videntes hacían oscilar un objeto suspendido por una cuerda, intentando localizar la posición de los convoyes aliados.
Las misiones de los submarinos eran preparadas desacuerdo con los resultados. En una carta emitida por Himmler personalmente al Führer el 12 de enero de 1943, refiere que "las investigaciones radiestésicas y los entrenamientos afines, habían logrado grandes progresos durante el año". Al cargo del departamento se encontraba Karl María Wiligut, uno de los magos más auténticos de que disponía Himmler.
El ocaso de Wiligut llegaría en 1939, al inicio del conflicto armado. En ese momento el mago alemán era general de brigada, pero sus enemigos sacaron a la luz su historial psiquiátrico por lo que debió retirarse discretamente. Aun así las SS le pasaron una generosa pensión, y continuaron usando sus mas que dudosos "conocimientos", hasta el final de la guerra.
El mago negro de las SS murió finalmente el 3 de enero de 1946, tan solo medio año después de acabada la contienda mundial. En el epitafio de su lapida, situada en Arolsen, puede leerse aún sobre la piedra enmohecida: "Nuestra Vida pasó hacia allí como un Rumor". Enigmáticas palabras dejadas, como último misterio a descifrar, por el mas desconocido mago secreto del Tercer Reich.
Información extraída de aquí.
(Para guardar el mp3, botón derecho y guardar como.)
La Dimensión Perdida - Videntes y Nazismo