En el programa 32 de la 2ª Temporada, un especial en directo dedicado a las Brujas y las Escobas como celebración del Primer Aniversario del Programa, Miguel Zorita nos habla en su Cofre del Tesoro sobre San Campio.
San Campio fue un soldado romano que vivió en tiempos de los emperadores Diocleciano y Maximiliano, y que fue martirizado en el año 306, por negarse a renunciar de su fe cristiana. Su santo cuerpo, fue inhumado por sus compañeros en la fe, en el cementerio de Santo Calixto, en las Catacumbas de Roma.
Debido a su inflexibilidad frente a los romanos, su mujer y sus tres hijos de corta edad, también fueron sacrificados. Desde entonces, los cristianos comenzaron a venerar a Campio, como a un Santo.
Considerado durante siglos como el "abogado de los soldados", muchos de ellos acudían hasta su santuario, para pedirle protección antes de partir a alguna batalla.
En aquel tiempo y también en la actualidad, fue reconocido como un gran médico al que las gentes asistían en busca de sanaciones milagrosas, como las llamadas "meigallo", una especie de maleficio. Y es que aquellos que sufrían de posesiones diabólicas, más conocidas en Galicia como "ramo cativo", no dudaban en ponerse en sus manos.
Información extraída de aquí.
San Campio fue un soldado romano que vivió en tiempos de los emperadores Diocleciano y Maximiliano, y que fue martirizado en el año 306, por negarse a renunciar de su fe cristiana. Su santo cuerpo, fue inhumado por sus compañeros en la fe, en el cementerio de Santo Calixto, en las Catacumbas de Roma.
Debido a su inflexibilidad frente a los romanos, su mujer y sus tres hijos de corta edad, también fueron sacrificados. Desde entonces, los cristianos comenzaron a venerar a Campio, como a un Santo.
Considerado durante siglos como el "abogado de los soldados", muchos de ellos acudían hasta su santuario, para pedirle protección antes de partir a alguna batalla.
En aquel tiempo y también en la actualidad, fue reconocido como un gran médico al que las gentes asistían en busca de sanaciones milagrosas, como las llamadas "meigallo", una especie de maleficio. Y es que aquellos que sufrían de posesiones diabólicas, más conocidas en Galicia como "ramo cativo", no dudaban en ponerse en sus manos.
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El Cofre del Tesoro - San Campio